México es, desde hace 4 años, el país donde más crece el delito de robo de autos según la lista de 126 países de la Interpol. Ahora, una nueva modalidad de robo se suma a estas estadísticas, en la que no es necesario contar con las llaves para hacerlo.
Desde hace algunos años se han integrado transpondedores en las llaves inalámbricas de los autos modernos que están emitiendo señales constantemente (una forma de comunicación a través de ondas electromagnéticas) y hoy los ladrones pueden comprar una llave inalámbrica original y replicar con ella el código de acceso de un determinado vehículo.
La mecánica es la siguiente: los ladrones tienen una llave con un código determinado, con la que abren el coche. Conectan un ordenador al sistema de diagnóstico y sistema anti-robo que re programa el nuevo código y en cuestión de minutos pueden encender y llevarse el auto.
Con las llaves electrónicas o inteligentes (que no necesitas sacar del bolsillo porque el coche detecta su presencia y libera el bloqueo de puertas al aproximarse), los ladrones tienen otra forma de hacerlo: utilizando un inhibidor de frecuencias. En ese caso, suelen seguir al conductor y cuando estaciona y se va, inhiben la señal de su llave inteligente, impidiendo que las puertas se cierren automáticamente. Esto les permite ingresar al auto, ponerlo en marcha con la ayuda de un equipo electrónico y listo, se roban el auto.
Otra manera de realizar el delito es mediante amplificadores y repetidores de señal: los ladrones hacen que el coche reciba la señal que emite la llave a más distancia.
Este tipo de robo está aumentando, los dispositivos que se necesitan para cometerlos se pueden comprar fácilmente en Internet, incluso hasta hay tutoriales en Youtube que explican cómo hacerlo, así que prácticamente cualquiera puede llegar a una zona residencial con autos de última generación, detectar una llave a unos metros, en alguna de las casas y desbloquear un auto.
Los expertos coinciden en que, aunque no es el método ideal, envolver tus llaves en papel de aluminio funciona, pues crea una celda que evita que las ondas electromagnéticas sean grabadas por alguien más. Además, es una forma práctica e inmediata de proteger las llaves.
Otra alternativa es usar unas bolsas especiales que se pueden comprar en Internet y que también funcionan como aislante y sirven de escudo contra la trasferencia de datos que podría terminar en el robo del auto.
En el caso de que tu auto cuente con reconocimiento automático de llave, asegúrate siempre de que efectivamente quede cerrado, no confíes en la señal de las luces solamente, intenta abrir las manillas de puerta para cerciorarte. Pon atención y toma precauciones si ves que otro auto con al menos dos tripulantes sigue tu recorrido en un estacionamiento y se detiene cerca de donde tú lo hiciste.
También ya existen cerraduras especiales en el mercado que pueden sellar el puerto de diagnóstico de un automóvil, para evitar que conecten dispositivos de programación. Muchas personas están comenzando a evitar el problema de raíz, bloqueando sus autos “a la antigüita” con llave, en lugar de usar la señal del control remoto.
Por otro lado, debes saber cómo opera tu coche, por lo que te recomendamos leer el manual de instrucciones. En muchos modelos, por ejemplo, se puede desactivar el reconocimiento de llave pulsando dos veces o por más de 2 segundos el bloqueo de puertas y se pueden abrir volviendo a pulsar la tecla de desbloqueo. En otros, se logra jalando de la cerradura mientras se cierra, por lo que, en el caso específico de tu auto, te aconsejamos descubrir cómo cerrar anulando el reconocimiento de llave.
Puedes considerar también adquirir un sistema de geolocalización del coche. Algunas compañías de seguros y renta de autos ofrecen este servicio.
Finalmente, recuerda que casi todo es “hackeable”, así que toma siempre todas las medidas extra posibles, como el bloqueo del volante; procura practicar las medidas de prevención en estacionamientos; utiliza cámaras de seguridad y una buena iluminación en tu estacionamiento o cochera puede ayudar también a hacer del auto un objetivo menos deseable, y, por último, haz caso a tu intuición si sientes que algo no está bien.
Recuerda que prevenir siempre es la vía más inteligente.