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En el momento de ser víctima de un hecho delictivo, como un asalto o una agresión, se corre más riesgo si no se sabe cómo reaccionar de la manera apropiada.

En circunstancias como las que vive México, los actos violentos en la calle son algo ya cotidiano. Todos conocemos a alguien que ha sido asaltado o incluso, lo hemos sufrido.

Ya sea por experiencia propia o por los relatos de conocidos, sabemos que el primer impulso ante una situación de agresión es reaccionar a la defensiva, lo que puede exponer a la persona a un mayor riesgo de salir lastimado.

Un delincuente tiene un objetivo: despojarte de tus objetos de valor, sean estos, dinero, joyas, dispositivos electrónicos o incluso tu auto; sin embargo, una mala reacción de tu parte al momento del atraco puede llevar al delincuente a quitarte hasta la vida.

¿Cómo estar preparado para un asalto?

Lo primero que tienes que hacer es reconocer que tu integridad física vale más, mucho más, que cualquiera de tus pertenencias, por lo que te recomendamos seguir estos consejos para reaccionar ante un asalto y salir bien librado:

  1. Mantente en calma. Tu nerviosismo lo puedes transmitir al asaltante, quien es el que porta el arma.

  2. Evita enfrentarte a él, pues, por la misma razón, llevas las de perder. 

  3. No opongas resistencia. Cualquier acción impulsiva de tu parte puede provocar mayor agresividad en el atacante.

  4. Baja la mirada. Es mejor que el delincuente no sienta que tratas de identificarlo para describirlo a las autoridades y, en caso de sí reconocerlo, no lo demuestres.

  5. Escucha con atención sus indicaciones y obedécelas al pie de la letra.

  6. Mantén las manos a la vista del asaltante en todo momento para que no sospeche que puedes sorprenderlo de alguna manera.

  7. Háblale antes de hacer algún movimiento para entregarle lo que te pide y asegúrale que estás accediendo a sus demandas.

  8. Si el delincuente está bajo la influencia de alguna sustancia, sé más precavido aún, pues no será racional y será más propenso a la agresión.

  9. Observa discretamente los detalles que pudieran ayudar a las autoridades a una identificación cuando presentes tu denuncia, como el acento al hablar o algún tatuaje o lunar.

  10. En caso de que la situación se torne violenta, siempre es mejor fingir un desmayo o convulsión para que dar al asaltante la oportunidad de desistir y huir.

Además, nunca intentes perseguirlo, pues no estás capacitado para detenerlo y seguramente no estará solo. Los delincuentes siempre se hacen acompañar por secuaces que observan el asalto a la distancia para apoyarlos en caso de riesgo o para ayudarles a escapar.

Prevenir antes que todo

Para reducir las probabilidades de que seas víctima de un asalto, adquiere estos hábitos de seguridad:

  • No uses artículos ostentosos y no lleves mucho efectivo en la cartera.

  • Adquiere algunos elementos que puedan servirte para disuadir un asalto, como un silbato o gas pimienta, y aprende a usarlos.

  • No transites de noche solo, en auto o a pie, por áreas consideradas peligrosas.

  • Instala un sistema de alarma en tu auto, e incluso uno de rastreo que te permita ubicarlo si te lo roban o inhabilitarlo para que el ladrón no pueda circular.

  • Blinda tu vehículo. Según el nivel de blindaje adquirido, puedes proteger los cristales de los ataques de un delincuente en un semáforo y reforzar el resto del auto para resistir el impacto de armas de fuego o explosivos.

Tu reacción ante un asalto puede ser la diferencia entre que salgas ileso, termines lastimado o sin vida. Ningún objeto, cualquiera que sea su precio, valdrá lo que vale tu integridad física y tu vida.