El mantenimiento de vidrios blindados es esencial para conservar sus características protectoras y su aspecto estético.
Los cristales de un vehículo blindado son sometidos a un proceso de laminación que consiste en sobreponer varias capas de vidrio, policarbonato y polímeros que se unen en determinadas condiciones de temperatura y presión.
Esta fusión de materiales produce un escudo resistente al impacto de golpes, proyectiles y, dependiendo del nivel de blindaje, de explosivos, lo cual garantiza la seguridad de los ocupantes del vehículo.
Además, la misma laminación evita la producción de astillas o esquirlas que pudieran causar lesiones a los pasajeros, y que los proyectiles o explosivos penetren el vehículo y den en el blanco.
El deterioro aumenta la vulnerabilidad
Si los cristales blindados no reciben el debido mantenimiento, pueden presentar un deterioro que los hace vulnerables, ya que, además de que puede perderse visibilidad hacia el exterior, también se disminuye su capacidad de frenar la potencia de los impactos.
Particularmente, pueden presentarse dos daños específicos:
Para garantizar la durabilidad de tus cristales blindados debes tener cuidado, particularmente, con la parte interior de los mismos, que es la más susceptible al daño.
Por fuera, es posible lavarlos como se haría con cualquier otro parabrisas o cristal, utilizando agua y jabón o incluso líquidos para cristales, pero por dentro solo se puede utilizar agua.
Las recomendaciones para la conservación de los cristales blindados incluyen:
Blindar tu auto, incluidos los cristales, es una inversión en tu seguridad y tu tranquilidad, y no puedes permitir que un mal uso de limpiadores o un mal mantenimiento pongan en riesgo tu integridad.
Ya sea ante amenazas de violencia común, como los asaltos en los semáforos, o peligros mayores, como un intento de secuestro o un atentado, los vidrios blindados en buen estado te mantendrán seguro.