Llegar a casa y sentirnos seguros. Ese es un deseo universal no siempre satisfecho, sobre todo, en países como México donde la inseguridad está al alza de una manera crónica.Aun así, existen pautas sencillas que nos pueden ayudar a mantener alejados a los ladrones de nuestras casas. Con ese propósito, los expertos en seguridad brindan consejos que recopilamos para ti en este sencillo pero eficaz decálogo:
1.- Sé inflexible en el tema de la puerta con llave
La verdad es que nos da por admitir nuestras propias excusas a la hora de no respetar sencillas reglas de seguridad. “Sólo voy a la tienda, no tardo” y cualquier otra excusa que pongamos para no cerrar con llave, pueden costar caras.
El consejo también aplica para las ventanas sin rejas. Bastan los 10 minutos que tardas en la tienda para que alguien entre en tu hogar. No subestimes a los delincuentes. Pon llave siempre a las cerraduras y candados que tengas. Si tienes más medidas de seguridad, como una alarma, también conéctala al salir, sin excusas.
2.- Más atención a la puerta
Procura que las puertas de acceso tengan más de una cerradura. Asegúrate también de que no exista un hueco entre la puerta y el suelo, para evitar que la apalanquen, y procura reforzar las bisagras. Considera que las cerraduras se desgastan con el uso y los ladrones lo saben, así que debes revisarlas de tanto en tanto y comprobar su estado.
Las puertas son muy importantes, deben parecer y ser seguras, y dificultar el acceso. De hecho, hay una fórmula de seguridad en ese sentido: el tiempo de retardo de tu puerta de seguridad (lo que tomaría en forzar la entrada) debe ser igual o mayor al tiempo de detección del ataque, más el tiempo que tardará la policía en llegar a tu domicilio. Tu puerta debe resistir. Esta fórmula es aplicable a todo tipo de viviendas y establecimientos.
3.- ¡No escondas la llave afuera de la casa!
No eres el único que ha tenido la idea de “esconder” la llave de la puerta principal en lugares como el buzón, macetas, debajo de piedras, o en cualquier punto alrededor de la casa. Esta práctica es tan común y lo hace tanta gente, que es donde primero mira un ladrón.
4.- Evita que te vigilen
Pon atención al entrar o salir de tu casa, varía las rutas y horas en que vas o vienes. Revisa regularmente que nadie te sigue y fíjate si hay coches o personas desconocidas en la colonia durante varios días.
5.- ¡No hables de tus próximas vacaciones en redes!
Si ya lo pensaste un segundo resulta obvio por qué, ¿cierto? Asegúrate de que tus hijos tampoco lo hagan.
6.- Instala algún tipo de medida disuasoria
Ya sea una puerta blindada, una alarma o una cámara de seguridad, pueden hacer a los ladrones abstenerse.
7.- No dejes objetos o documentos de mucho valor en casa
Ni grandes cantidades de dinero, objetos de lujo, documentos de valor, claves de tarjetas o códigos de acceso a banca online. Ni a la vista, ni guardados.
8.- Busca que parezca que hay alguien
Sobre todo, si te vas a ausentar por un tiempo, esta puede ser una buena medida para mantener los ladrones a raya. Puedes programar el apagado y encendido de luces y otros aparatos, pedir que alguien de confianza recoja el correo, no desconectar totalmente la electricidad, no cerrar del todo las persianas, iluminar la entrada y los patios, etc.
9.- No abras tu puerta o el portal a desconocidos
No quedes de verte en tu casa con desconocidos. Acepta sólo servicios que hayas solicitado previamente y exige acreditación a sus representantes. Mantén la puerta cerrada hasta que puedas identificar a quien llama.
10.- Si encuentras la puerta abierta, no entres
Llama a la policía, resguárdate con un vecino, pero no entres. Mismo caso si al llegar encuentras una ventana rota. En caso de que un ladrón entre en tu casa y estés adentro, tampoco le hagas frente. Procura salir sin que te vea, o esconderte.
Las evidencias de robos nos enseñan que un alto porcentaje de los delincuentes no tienen grandes conocimientos, ni utilizan herramientas sofisticadas, ni son valientes frente al riesgo, más bien suelen aprovechar los descuidos. Así que tomar medidas no será en vano y evitarás ser una víctima por descuido. Después de todo, el robo es el delito más fácil de evitar.