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Aunque algunos sectores de la población son más vulnerables que otros, los niveles de inseguridad de nuestro país no distinguen edad, sexo, clases sociales.  Desconocer o ignorar esa realidad deliberadamente, solo nos hará más susceptibles de sufrirla. Prevenir y estar preparados es entonces una necesidad básica en nuestro contexto.

Tanto la seguridad personal como la defensa personal, comienzan siempre en la prevención. Incluso para los especialistas en defensa, “la mejor pelea es la que podemos evitar”, así es que lo primero a entrenar es la actitud, para desarrollar un interés genuino por la seguridad personal y por los hábitos que la refuercen.

Primeras consideraciones para la seguridad personal

La primera y más importante de ellas, es mantener la atención. En muchos circuitos de defensa personal se le llama a esto “escanear”, es decir, observar con atención constantemente el entorno, discreta y tranquilamente, estando siempre vigilantes, no sólo de los posibles peligros, sino incluso de la ubicación de las cosas importantes como las salidas de emergencia en cualquier sitio. Estar atentos dará muchas ventajas ante peligros latentes.

El factor sorpresa es siempre deseado por los atacantes. Sin darnos cuenta (y en parte, precisamente por no poner atención) es fácil convertirse en víctimas potenciales de  depredadores y oportunistas. Somos blanco “apetecible”, cuando caminamos distraídos, nos sentamos en un lugar público con la mirada clavada en el teléfono, o estamos en el auto sin arrancar y con las puertas sin seguro.

El lenguaje corporal también delata una guardia baja, deseable para atacantes: la mirada en el piso, los hombros abajo, el andar lento y desganado, etcétera, pueden hacernos parecer blancos fáciles. En cambio, caminar erguidos, proyectar seguridad y parecer despierto puede hacer desistir a un delincuente al acecho; incluso mirarlo fijamente cuando ya hemos detectado que nos observa, puede enviar la señal correcta de que estamos al pendiente de sus movimientos, y evitar un ataque.

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Además, puedes considerar como normas los siguientes tips:

  • Evita los lugares recluidos, apartados o solitarios, parece una obviedad, pero muchas veces tomamos este consejo a la ligera, por ejemplo, cuando tenemos prisa.

  • Si es posible no camines con objetos de valor en las manos (el celular, la cartera, etc.). Si debes sostener bolsas o artículos, procura que sea con tu mano menos dominante, para que la dominante quede libre para actuar de ser necesario.

  • También evita en lo posible caminar sola o solo.

  • Desarrolla el hábito de mirar por la ventana antes de entrar a cualquier tienda de conveniencia.
    Evitarás así entrar en medio de un asalto; de igual modo, al estar adentro, echa un vistazo afuera, tanto para vigilar tu coche o como para estar al tanto del ambiente en la calle al salir.

  • Evita publicar información personal en redes sociales. Si lo haces, o tienes la opción de ubicación activada, el delincuente sabrá cuál es el momento ideal para atacarte.

  • Del mismo modo, evita también dar tus números de teléfonos.

  • Instruye a todos en tu casa para no dar información personal, del domicilio, o de los miembros de la familia por teléfono.

  • Memoriza algún número de emergencia, graba números de emergencia en tu celular, e intenta tenerlos a la mano siempre.

  • Mantén relaciones amistosas con tus vecinos, son una de las mejores redes de protección.

  • No comentes planes personales o información confidencial frente a extraños.

  • Al salir de compras: lleva la menor cantidad de efectivo posible, y sólo las tarjetas que vas a utilizar.

  • Al salir de viaje: avisa a familiares y amigos dónde estarás y por cuánto tiempo.

  • Al salir de fiesta: Si el plan es tomar alcohol, no vayas sola o solo, y asegúrate de que alguien de tu grupo permanezca sobrio, vaya o no a conducir.

  • En el auto: al salir de algún sitio y antes de dirigirte a tu coche, ten las llaves a la mano: buscarlas frente al auto te hace vulnerable en ese momento.

  • En el cajero: No aceptes ayuda de extraños. Si no te da “buena espina” la persona que está cerca del cajero automático, busca otro cajero. Haz caso a tu instinto o intuición, siempre es recomendable seguir estas señales de alerta.

  • En casa: Si vas llegando, y parece que alguien entró, no entres. Llama a la policía y resguárdate con un vecino. Es posible que el intruso siga en la casa.

  • Nunca dejes las puertas de la cochera sin llave. Entra y cierra de inmediato.

  • Mantén abiertas las puertas de las habitaciones de niños para escuchar cualquier ruido no común.

  • Algo más sobre los niños: Nunca los dejes solos en casa.

Tu seguridad es primero . Cada pequeña decisión que tomas u omites en ese sentido puede ser vital, y ciertamente, si no haces nada al respecto, estas expuesto al cien por ciento.

Subestimar los riesgos es la manera más sencilla de exponenciarlos. ¡Valora tu vida y bienestar!