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Los parabrisas y los cristales laterales y trasero de un auto blindado son de un vidrio no común, y diferentes además de los de un auto normal.

El parabrisas de un auto normal es sometido a un proceso de laminación, similar al de los parabrisas blindados, pero de mucho menor grosor, pues solo lo conforman dos capas de vidrio pegadas a un centro de policarbonato.

Laminado y templado

El propósito del parabrisas en un auto normal es impedir que, en caso de romperse, el vidrio laminado se desintegre en astillas que pudieran lesionar a los pasajeros.

Con la misma intención, los cristales de las ventanillas y el cristal trasero son sometidos a un proceso de templado mediante la aplicación de calor. Por ello, cuando se quiebran por un impacto o choque se deshacen en pequeños guijarros.

A más capas, mayor protección

En cambio, el principio que asegura la protección de los ocupantes en el caso de los autos blindados es la pérdida de potencia de los proyectiles que se impactan contra cualquiera de los cristales reforzados gracias a la absorción de energía por parte de varias capas de policarbonato.

El nivel de blindaje está determinado por el número de láminas de cristal y policarbonato, así que es proporcional la resistencia de los vidrios blindados al número de capas utilizadas.

Por ejemplo, si una bala penetra la primera capa de cristal, será desacelerada por el policarbonato adyacente, cuya elasticidad disipará de manera horizontal la energía del proyectil y, aun cuando perfore la segunda lámina de cristal, aumentará paulatinamente la probabilidad de que sea detenida por la siguiente capa.

A mayor riesgo de actos violentos, más grosor deberán tener los cristales y parabrisas de una auto blindado.

Blindar más que los cristales

En los autos normales basta con que no se exponga a los pasajeros a los trozos de vidrio que resultarían de una rotura, en los blindados, lo que se busca es evitar que se rompan por un golpe, el efecto de explosivos, o que sean penetrados por proyectiles de distintos calibres.

No obstante, y a pesar de la máxima protección que ofrecen los cristales blindados, los expertos en seguridad recomiendan no limitar el reforzamiento de un auto a ellos y aplicar láminas de acero al resto del vehículo para garantizar por completo la integridad de los ocupantes.

Hay que recordar que, en caso de un ataque con armas de fuego, los disparos no se dirigen únicamente a las ventanillas o parabrisas, por lo que cualquiera proyectil puede penetrar en el interior del auto y causar lesiones, o incluso la muerte, al conductor y sus acompañantes.

Asegúrate de acudir a una empresa blindadora de prestigio que garantice la calidad de los materiales y del proceso de blindaje para evitar el rápido deterioro de los cristales, la consecuente vulnerabilidad del auto que esto representa.